#G07. Grupo: Un Lazo-con Kármico

(Individualismo vs. La Especie)

Según las leyes del lenguaje, un grupo es un número de personas o cosas unidas, colocadas o clasificas juntas, o trabajando juntas para algún propósito. Debido a que la naturaleza de un grupo es la de un tejido laxo, cualquier grupo es relativamente fácil de destruir; uno sólo necesita seguir las siguientes cuatro casualidades:  

  1. Desviación del propósito original del grupo. 

  2. Creación de situaciones incongruentes con las habilidades o los propósitos del grupo. 

  3. Individuos que se ocupan más de sí mismos que del grupo al que están actualmente alineados. 

  4. Individuos que se ocupan más de otro grupo que del grupo al cual están actualmente alineados.  

Si los miembros de un grupo desean expandirse, deben expandir su base original. Si ellos abandonan su base, el grupo se derrumbará. Esto es independiente de los juicios de valor con respecto a sí esta ruptura es buena o mala. Una manera menos eficaz de mantener unido el grupo es solidificar la base. Esto no permite tanto crecimiento como expandir la base. 

La solidificación es el proceso religioso de atar [el fanatismo] los conceptos a los valores del grupo, de tal manera que la fe se vuelve la tenacidad que mantiene al grupo completo, como opuesto a la lógica que por otra parte actualizaría los valores para satisfacer las necesidades de la nueva situación. 

Las actitudes siempre son las que cambian primero; entonces, otras cosas cambiarán después del cambio de actitudes. Entre más vayan esos cambios en contra el propósito original del grupo, más cerca está el grupo a la destrucción. 

Las cosas empiezan a cambiar. Ridiculizar aquellas cosas que un grupo mantiene sagradas puede causar cambios de actitudes, provocando de ese modo la destrucción. Si cualquier individuo coloca sus propias prioridades por encima de las prioridades del grupo entero, él debe ser expulsado, si el grupo va a perdurar. 

El Karma de Grupo: 

Un ejemplo sumamente importante, ampliamente extendido de una relación del tipo lazo-con es lo que se llama alineación de grupo. Digamos que os consideráis, y os presentáis, como un miembro de una organización, tal como El Club Extra (una organización mítica). Haciendo esto, habéis entrado en una relación del tipo lazo-con con dicha organización. Como parte de ese grupo, habéis estado de acuerdo en comportaros de una manera predeterminada. A saber, habéis estado de acuerdo en mantener ciertas creencias, hacer ciertas cosas, y no hacer otras cosas, etc. El peligro en este tipo de relación descansa en que la mayoría de las personas no comprenden que ellos deben compartir el Karma creado por cualquier grupo al que pertenecen. 

Digamos que os volvéis un miembro de El Club Extra. Esto significa, desde el punto de vista del karma, que mantenéis los preceptos de El Club Extra. El problema surge porque muchos, si no la mayoría de los individuos, no aceptan totalmente las enseñanzas de este club, o cualquier grupo al que ellos pertenecen. Entonces, muchos que se llaman a sí mismos los Club Extras usan dispositivos de prevención del nacimiento, tales como los condones, las píldoras de control natal, etc. Esto está en oposición directa a los preceptos del Club Extra. Estos individuos, debido a que ellos se presentan a sí mismos como los Club Extras, debe cargar el Karma de ser impostores y mentirosos. Es seguro decir que muchos individuos nunca consideran este tipo de cosas cuando ellos crean su propio sistema de creencias pero sostienen que pertenecen a un grupo más grande. 

El segundo punto a examinar es que siendo un miembro de un grupo, uno debe llevar el Karma por cualquier comportamiento cometido por ese grupo, independientemente de si uno lo perdona, e independientemente de si estos comportamientos son congruentes con lo que uno quiere o espera con respecto al funcionamiento del grupo. ¡De nuevo, es seguro decir que muchas personas están completamente desprevenidas de este aspecto del Karma, si de hecho, ellas son en absoluto conscientes del Karma! Entonces, a través de la afiliación a un grupo, muchos individuos ganan el Karma negativo sin saber en la vida cómo o por qué. Un ejemplo mostrará cómo. 

Digamos que un día el Papa decreta que está bien matar a otros seres humanos. Vosotros, como miembros de la Iglesia católica, ¡compartiréis la responsabilidad Kármica de asesinato de cualquier individuo debido a este decreto! La única manera en que podríais evitar esto es que renunciéis inmediatamente, totalmente, a alguna afiliación a la Iglesia, físicamente, emocionalmente, mentalmente, financieramente, y en cualquier otro -...mente. Aún, llevaríais el Karma de grupo de asesinato por aquellos que fueron matados mientras erais un miembro de la Iglesia. Sólo si uno fuera verdaderamente desconocedor de que la Iglesia había estado llevando a cabo el asesinato y lo había perdonado, habría un escape de este Karma. Después de todo, por duro que pueda ser, el Karma es absolutamente justo, y si fueras desconocedor de lo que el grupo estaba haciendo, entonces no podríais haber tenido una parte en eso. 

Este escenario no es tan absurdo como puede parecer. Está grabado en la historia que el Papa de la Iglesia Católica, alguna vez, de hecho autorizó el asesinato en masa de los Indios Incas. él decretó que estaba bien matar la carne para salvar el alma. Todos aquellos que eran miembros de la Iglesia en este momento, conocían estos sucesos y no dejaron la Iglesia ni intentaron cambiarla desde adentro, llevando el Karma del grupo por estos asesinatos. En algún momento en el futuro ellos tendrán que volverse nuevamente miembros de la Iglesia para ecualizar este Karma. 

Lo anterior sólo busca mostrar hasta qué punto las leyes del Karma atrapan al Hombre. Lo que es peor aún es que tantas personas no puedan aceptar o no aceptan que ese Karma es una fuerza real que debe ser tenida en cuenta. Lo suficientemente triste, el tejido del Karma va mucho más profundo que incluso lo que ilustra el guión precedente. Consideremos los ejemplos siguientes. 

Un miembro de la Iglesia católica comprende la hipocresía de la Iglesia. él sabe que está equivocada y no perdona su conducta. No obstante, él siente que simplemente no puede dejar la Iglesia; sus creencias significan demasiado para él (Recordad, ¡el mundo de la ilusión es la fuerza conductora de la realidad!). Luego, él guarda lo que él valora del sistema de creencias Católico y bota a la basura el resto. Como dijimos antes, él debe cargar con el Karma de engañar a otros sosteniendo que es Católico, cuando de hecho, está en desacuerdo con el líder de la Iglesia, el Papa. Así que, en este caso, el individuo lo recibe por ambos lados, por así decirlo. él tiene el mal Karma por haber estado alguna vez en la Iglesia y él tiene el mal Karma por no poder divorciarse de la Iglesia aunque él no esté de acuerdo con su comportamiento. Es la interacción del Karma con las ilusiones del individuo las que le niegan la libertad de dejar la Iglesia completamente (es un ejemplo del Efecto-Ahora. El Efecto-Ahora es la interacción del rol en la medida en que ese rol interactúa con el escenario). Es bastante posible que este individuo tenga que cambiar muchas cosas antes que sus ilusiones le concedan la libertad para dar su espalda completamente a la Iglesia y así dejar de amontonar el Karma negativo asociado con esta relación. No hay forma de saber cuánto tiempo le puede tomar esto al individuo. 

Asumamos que el individuo escogió otro camino--él decidió involucrarse más con la Iglesia--para intentar crear el cambio positivo desde adentro. Aunque las intenciones son nobles, hay una paradoja en que el individuo estará asumiendo realmente un peor Karma en su propósito de cambiar las cosas (nada es gratis). Esto es porque, cuando él se involucra más con la Iglesia, él se dará más cuenta de los posibles aspectos negativos de la Iglesia; como tal, él será entonces Kármicamente responsable por los actos de esta nueva información.