#V08. Visiones08:
(El Juicio del Karma)

Mirad el 'Camino'. Entender la 'Vida' es entender las leyes del Karma. Para entender el Karma, la mente debe pensar en términos de Causa & Efecto.  El Karma se asemeja a un escriba.  Su fuerza es simplemente una cuenta de todas las experiencias vividas en todos los niveles de awareness.  Así, el Karma es llamado El Alma del Escriba Dorado del Hombre. Es la fuerza que mantiene un reloj sobre el patrón usado para tejer el tejido de la experiencia del 'Telar de la Vida'.

¡Entended y aceptad que la función del Escriba Dorado es evocada por la GranFuerza y administrada por El Alma del Hombre!  Es la misma ley que evocó su presencia, la que mantiene su cuenta.  Cada uno, de acuerdo a su propia deuda.  Lo que se incurre en la carne debe pagarse en la carne.  Cada uno hacia su propio tipo, medida por medida. 

En estos términos, entended la interacción entre el Escriba Dorado y los deseos del Hombre.  En la medida en que el Escriba Dorado marca a vuestro favor, en esa medida la mente controla las fuerzas que recalculan la cuenta del lazo futuro. En esa medida la mente del tesoro tiene libre albedrío para escoger vuestro propio conjunto de experiencias con respecto a cada experiencia de aprendizaje específica en la faz de la Tierra...limitada por las ilusiones que crean la realidad. 

En la medida en que el Escriba Dorado marca la obstinación de vuestro propio corazón, en esa medida el tesoro de la mente se atrapa en el Infierno-de-vuestros-propios-pensamientos.  En esa medida el destino tiene que gobernar el cetro de vuestro awareness, de vuestras experiencias, y de la medida de la facilidad con que pasáis o falláis en vuestros propios planes de vida. El Destino regla las ilusiones que forman la ley básica de que el mundo de las ilusiones es la fuerza conductora de todas las realidades.  Todo el poder debe retornar a su fuente.  éstas son, después de todo, las manifestaciones de las leyes naturales de Causa & Efecto.  

He aquí, llegó a suceder que ese Faraón descubrió que debido a que las personas son los individuos y debido a que estos individuos están preocupados por sus propios asuntos, sus propias comunicaciones, su propia importancia, la comunicación en sí misma se vuelve una cosa de importancia superior si uno va a seguir el 'Camino'. La Comunicación se vuelve la única herramienta de aprendizaje y de comprensión. Fue descubierto que uno debe poder comunicarse consigo mismo antes de poder comunicarse con otros.  

El Faraón descubrió que la comunicación es el único medio que tiene la humanidad para el fenómeno de compartir. Dado que la humanidad es, de hecho, única--por su propio clamor--esa uniqueness también sirve para aislar a cada uno de los demás. Se descubrió que esta medida de aislamiento crea la ilusión de estar verdaderamente solo.  Como tal, dentro de la experiencia de vida, ningún individuo puede tomar su primera respiración por vos. Ningún individuo puede tomar su última respiración por vos. Ningún individuo puede haceros sentir feliz si vuestras ilusiones os condenan a la tristeza. 

Por consiguiente, cada individuo siente su propia importancia más que cualquier otra sensación. Debido a esto, todas las cosas son juzgadas, toda la vida es juzgada de acuerdo con y restringida a un conjunto individual de valores arbitrarios que el hombre puede o no estar poniendo al día constantemente. Por lo tanto, debido a la importancia de la empatía consigo mismo, el hombre, debido a su clamor de uniqueness, transfiere su 'uniqueness' hacia un sentimiento de soledad--el cual, como una Arpía, lo conduce a buscar la interacción con los de su propio tipo. 

Cautivo en el rapto de sus visiones, el Faraón Akhenaton descubrió muchas de las causas de la disputa que condujo a la humanidad hacia la guerra, y hacia las muchas frustraciones que minaron la responsabilidad por los actos erróneos cometidos. Le fue enseñada la necesidad de compartir. Le fue enseñado el proceso del desarrollo de un individuo. Y, por lo tanto, la comunicación--de alguna clase--se volvió una necesidad apremiante.  La medida del apremio del hombre decretó que la urgencia se volviese la regla.  La prudencia editará todo.  La prudencia demanda--si la verdad va a hablar en su nombre--que el silencio es, de hecho, oro. Si, sin embargo, la urgencia demanda que el silencio se rompa, permitíos romperlo compartiendo algo que valga más que el silencio roto.  ¡Si la urgencia demanda que la comunicación sirva sólo a los deseos egoístas de sólo el hombre, entonces no merece la pena la ruptura del silencio!