#V09. Visiones09:
(La batalla consigo mismo en el tiempo)

El hombre que sirve a su ego y a su propia esencia se asemeja al viajero ignorante cuyo Ka está atrapado y por lo tanto está forzado a lo largo del continuum del hechizo-de-la-vida. 

Mientras él tiene libertad para aventurase desde condiciones limitadas hacia aventuras ilimitadas, mientras él tiene la voluntad para la travesía desde la ilusión hacia la experiencia de la predestinación, mientras él tiene la intrepidez para enfrentar el karma, aunque se le permita caminar de la realidad a la ilusión y retornar, lo que ha sido aún será la semilla de lo que será. 

Por consiguiente, sabed que lo que ha sido puede ser alterado.  El futuro todavía puede venir de una causa diferente.  El efecto de lo que ha sido no dicta, por ley, el edicto de lo que será.  Sabed que lo que ha sido es sólo la primera palabra de lo que podría ser. Cuando la primera palabra ha sido dicha, es escrita en el aura del alma, esperando el juicio del acto final. 

Entended que hay tres juicios en el camino del Predestino. ¡El primero es el juicio del deseo!  Porque cuando un hombre se sirve a sí mismo al punto en que desata sus emociones, él venderá una parte de sí mismo y una parte de sus deseos, una parte de sus ideales, en el altar de la ciega pero rugiente experiencia de auto-satisfacción.  Y, habiéndose desgastado a sí mismo por la satisfacción, pronuncia la primera palabra. El acto no puede deshacerse.  Sea éste en beneficio del todo, o por la lujuria de satisfacción, el pasado ha sido.  El arco del continuum ha comenzado. 

Si un hombre tiene un comienzo tal, que él ha pronunciado la primera palabra, permitidle arrepentirse ante la venida del segundo juicio.  Pues seguramente, en la medida en que tenga tiempo, si no es de su parecer arrepentirse, la pluma blanca del Ka deberá ser la que implemente el Maat. 

¡Mirad, allí descansa el próximo juicio! ¡Así como el hombre fue en el pasado, incluso con su capa-de-viaje, que así sea él de nuevo!  Por lo tanto poned atención. Si un hombre escoge, en este segundo ciclo del juicio, tomar los frutos de la primera palabra, él no tiene otra opción que repetirlos. 

Sea como sea, o su acto ratificará la causa primera, y por lo tanto le entregará el reino al destino, o, él verá el error de su manera del ser centrada en el ego y se alejará hacia una nueva causa, hacia un nuevo principio.  Es así como provendrá de una causa diferente.

¡Por consiguiente, sabed que en el hechizo de la vida hay sólo una salida!  Sus bisagras son las plumas blancas del Maat. Su asidero descansa en los poderes de Anubis.  Las muchas manifestaciones de las ilusiones son sólo algunas a lo largo del camino. 

Anubis tiene el poder sobre aquel que hace la travesía, pero sólo una vez dentro de cada épica.  Si aquél que viaja sirve a los poderes de la oscuridad del ego, su capa engañará al Dios-de-la-muerte.  Y, si el viajero está tan maldecido que él pasa la salida predestinada, él es maldecido hacia a la mortalidad.  Así, es el tercero y último juicio.  

Si un hombre combate con el Dios-de-la-muerte, y gana el campo al punto en que él levanta su bandera sobre Anubis, la suya es una victoria superficial.  ¡Maldecido está!  ¡Para siempre será él mortal hasta la eternidad! 

Por lo tanto, rendíos elegantemente ante los vigores de la juventud. Tomad amablemente el consejo del desencanto. Más allá de una sana disciplina, sed benigno con el tiempo y sus muchas caras. ¡Es como debe ser! Un hombre es sólo un niño de las Creaciones. Un hombre es sólo una semilla de la eternidad. Cuando la experiencia del continuum finalice, con la gran pluma blanca del Maat como su escudo, mirad profundamente en los ojos del cazador-de-Hades. ¡Porque él, os guiará hacia vuestro próximo encuentro!...