#V10. Visiones10:
(La batalla de Varón vs. Hembra)

A medida que El Alma del Hombre descendía en su sueño de creación, en el cauce de la creación, había una unidad de poder--una fuerza. A medida que esa fuerza creó la Materia, así también, creó la no-materia. Así fue ésta puesta en movimiento--la dualidad de todas las cosas.  

Porque, la creación del uno es una implicación de la creación del otro. A medida que la ley se desplegó en sí misma, los modelos de unidad continuaron formando un gran continuum de diversidad dentro de la dualidad.  Y, el patrón se repitió a sí mismo eternamente en este continuum. 

Por una parte, el creador primario fue activo...por la otra, fue pasivo. Por una parte, la fuerza  iba generando, iniciando... Por la otra, iba nutriendo, aceptando. Por una parte, era activo, ocupado, móvil...Por otra parte, se volvió sosegado, sanguíneo, pasivo.  Por una parte, se volvió luz del día, brillo del crecimiento, símbolo de la iluminación...Por la otra, se volvió la oscuridad, la quietud del descanso, y el símbolo de la ignorancia.  Por una parte, se volvió el padre, el iniciador, el creador...Por la otra, se volvió la madre, sutil, cuidadosa, el eco del poder. 

A medida que la ley continuó sobre sí misma en su descenso, las formas de vida se encontraron a sí mismas dentro de la neblina del mismo continuum, en sí mismo. La nueva forma reencarnada llamada hombre, entró en los reinos de la materia, haciendo eco de la ley dentro de sí misma. Así, haciendo eco de la fuerza, el hombre se dividió a sí mismo en forma desigual en la dualidad de todas las cosas.  Siendo el uno la mayoría, siendo el otro la mayoría. 

Aún, cada uno retuvo el patrón del todo dentro de sí mismo para reproducirse. Reproduciéndose y manifestándose en uno o en ambos exactamente en el mismo momento. Así, la dualidad se creó a sí misma a través de un segundo continuum de las bajas esferas de la tierra.

Así, el estado andrógeno se volvió bisexual en su naturaleza. Por una parte, era varón puro... Por otra parte se volvió pura hembra. Cada uno incluyó los patrones de los extremos del segundo continuum, y exactamente en el mismo momento, cada uno incluyó el potencial del otro y además todas las cosas entre ellos.

A medida que el descenso hacia el sueño de la creación continuó, la fuerza hizo cubiertas de piel y vistió su nueva creación en carne hecha de materia. Así vistió al hombre en su descenso hacia lo físico--tanto al varón y como a la hembra. 

Así, el continuum de diversidad, en gran grado, reflejó enormemente la manifestación de la fuerza a través del cuerpo físico de cada gemelo-compañero del alma.  Dependiendo del punto exacto a lo largo del continuum en que cada gemelo-compañero del alma decidió experimentar la Vida-Materia, así fue su forma y figura física determinada para ese ciclo de vida.

En un final del continuum, la fuerza se expresó como el puro varón.  Así, tenía el poder para producir vida desde dentro... el epítome del control...bien centrado.  Sin embargo, con esto también vinieron los patrones de comportamiento adquiridos y diseñados. Los patrones de pensamiento, y patrones de emociones desatadas fueron encontrados al mando del ser. Así, el hombre, la nueva creación, encontró una necesidad de recobrar el auto-control. 

En el otro final del continuum, la fuerza se expresó a sí misma como la pura hembra. ¡Así, tenía el poder para aceptar la vida dentro de sí misma, proteger, nutrir, producir tejido, reproduciéndose a través de la Materia!  Así, exactamente en esa misma acción, la unidad--la creación original--los patrones de unidad, se crearon a través del patrón de unir la fuerza manifestada desde cada lado del continuum. 

La esencia del Hombre se unió con la esencia de la Mujer, creando su propia duplicación; teniendo los poderes de ambos y los potenciales del continuum entero. Aunque, atrapado aún por la cubierta de piel, pero teniendo aún el potencial de libertad. Debido al continuum, cada uno de los gemelos-compañeros del alma descendió más allá en la grosidad de la tierra, cada uno perdiendo la visión de sus orígenes, pero cada uno reteniendo dentro de sí tanto el deseo a, y la voluntad de, experimentar el continuum entero. 

Cada uno, el varón y la hembra, encontraron que eran conducidos por su propia arpía privada--el miedo ilimitado a la pérdida del otro. Así, a medida que su propia arpía los expulsó hacia su experiencia tierra, miríadas de formas, cada mitad del hombre, cada mitad de la mujer, los tomó hasta que perdieron el conocimiento el uno del otro.  

¡Cada uno se encontró cautivo en su propia importancia!  Así, el hombre clamó la ilusión de uniqueness.  Y, con este clamor vino una insufrible oleada de soledad. ¡Se expresó a sí misma en el dolor de Urning, la emoción de sentirse insatisfecho, y la necesidad de buscar--sin saber qué, o por qué! 

Dependiendo del punto específico de manifestación y su karma relativo, el individuo era a veces hombre, a veces mujer, y aún... a veces ambos. A veces, era maldecido como un hombre en el cuerpo de una mujer, a veces como una mujer en el cuerpo de un hombre. ¡Aún... a veces era una parte de cada uno dentro de cada uno! Y, igualmente el patrón se repitió en sí mismo a lo largo de cada punto del continuum, permitiendo al Escriba Dorado su propia mano, su propio sello y su propio poder!