#C04.
Comisión: Primer Paso al Predestino
(¿Puede
ésta ecualizarse realmente?)
Una Comisión es el acto de realizar, o dejar de realizar algún acto, bien sea en el nivel físico, mental, o emocional cuando ese acto es necesario para satisfacer las necesidades de la situación a mano.
Debe entenderse que mientras en los niveles superiores de creación es el pensamiento el que ata en/dentro del Plano Astral de Realidad Común, es el acto el que nos ata al Destino... y, ese acto se llama una Comisión; pero, este es sólo un punto, o una dirección, a lo largo del continuum bi-direccional de actos que son dominados por el Continuum del Karma (el continuum bi-direccional del acto, en sí, tiene El camino de la libertad como un lado del continuum, y El camino del Predestino como el otro lado del continuum). Mientras parecería que el punto opuesto del continuum de Comisión se llamaría Omisión, esto no es así. Dentro del continuum de Comisión, hay sólo dos estados--una comisión positiva y una comisión negativa. Se hablará más de esto más adelante.
El proceso de incurrir en una deuda kármica no es tan simple como podría parecer. Esto es así porque todas las etiquetas del lenguaje, por sus naturalezas, contienen un continuum, en sí y de ellas mismas. La etiqueta Comisión no es diferente. El proceso de incurrir en una deuda kármica es el proceso de cualquiera que hace algo que no debió haber hecho, o no hacer algo que debió haber hecho. Los dos son un acto de comisión. Hay también, al menos nueve niveles de entendimiento para cada comisión. Algunos podrían llamarse positivos mientras que otros niveles podrían llamarse negativos, dependiendo de los acontecimientos del momento. La confusión viene porque el mismo acto que era positivo durante un Acontecimiento A del momento podría ser negativo durante otro Acontecimiento A del momento.
Así, una comisión positiva podría estar representada en el incurrir en una deuda kármica por hacer algo que uno no debió haber hecho. Igualmente, una comisión negativa podría estar representada en dejar de hacer algo que se debió haber hecho. Qué debería haberse hecho y qué no se debería haber hecho dependerá grandemente de las necesidades de la situación durante un Acontecimiento A en cuestión.
Como por ejemplo, asumamos que un miembro de la familia está muy, muy enfermo, así que los doctores no esperan que viva. Para complicar aún más la situación, supongamos que este miembro de la familia os está llamando, a vos, al lector. ¿Cómo en esta situación se incurrirá en una deuda kármica?
UNA COMISIóN NEGATIVA: Si los miembros involucrados no se gustaran entre sí durante la vida respectiva del miembro agonizante, eso es, si existió una guerra entre los dos, el lector podría incurrir en una deuda kármica si él no apareciera al lado de la cama del miembro agonizante. Esto es porque al no aparecer, se le negó al miembro agonizante la oportunidad de acabar la guerra existente.
UNA COMISIóN POSITIVA: Si los miembros involucrados se gustaran entre sí, y, si el miembro agonizante quisiera ser recordado en una condición diferente a la del amante moribundo, y, si antes que el proceso de muerte empezara se había acordado que él sería dejado sólo independientemente de cuánto él llamara a su ser amado, entonces, el lector habría incurrido en una deuda kármica por haberse aparecido al lado de la cama del miembro agonizante cuando él le llamó. Esto es porque la presencia no deseada del ser amado causó al miembro agonizante más dolor durante sus últimos momentos de vida.
En consecuencia, en ambos casos se incurre en una deuda kármica--por el fracaso del lector en aparecer cuando se quiso su presencia por parte del miembro agonizante, y por la presencia del lector cuando la tal presencia no era deseada por el miembro agonizante. El mismo acto fue ambos, positivo y negativo.
Puede verse que el simple concepto de comisión es, en sí mismo, un concepto cruzado. En una mano, nosotros tenemos el hecho llamado comisión que tiene ambos aspectos positivos y negativos, y, por otro lado, nosotros tenemos su némesis--una Omisión que es el opuesto del continuum de Comisión y, que también comparte aspectos positivos y negativos de las mismas magnitudes como lo hace el continuum de Comisión. Sin embargo, nosotros no hablaremos más del continuum de Omisión porque no está dentro del alcance de esta lectura.
La dificultad más grande, sin embargo, está en la comprensión de que un individuo que está cautivo en medio de su trampa de ilusiones no puede ver fácilmente que su Camino de la libertad tiene una correlación negativa con su Camino del Predestino, y, que ambos limitan severamente sus libertades. De hecho, en ambos casos, el Predestino (el Predestino siempre viene primero cuando tratamos con el Karma) gobierna el cetro con una mano de hierro.
Debe entenderse que debido a la interacción del Camino de la libertad del individuo con su Camino del Predestino, un individuo no es completamente libre de cometer u omitir actos dentro de cualquier trampa específica, sea esa trampa un juego, el rol dentro de un juego, o una ilusión momentánea de algún tipo. De hecho, lo que un individuo realmente hace cuando él se comporta dentro de su juego respectivo, y/o cuando él juega los roles de su juego respectivo, depende de la posición del individuo a lo largo del Continuum de la Libertad. Si nosotros consideramos lo siguiente, se descubrirá que cada individuo, según las leyes que gobiernan los asuntos del momento, tiene tiempos específicos en los que él puede liberarse a sí mismo de la trampa, bien sea la Ilusión, el juego, el rol, o la trampa de Maya, en sí misma.
En la Fig. #1, la Ley del Momento divide la oportunidad de un individuo de escapar de una trampa dada en tres áreas--antes del comportamiento dado, durante el comportamiento dado, y después del comportamiento dado. Cuál es el comportamiento dado exactamente, no importa en este momento. Podría ser tan importante como lograr una liberación temporal de la trampa de Maya dándose la oportunidad de viajar vía Astracción, o tan simple como escapar de una ilusión emocionalmente llena, como una guerra con el ser amado.
De nuevo, en el diagrama de la Fig. #1, la única oportunidad de escapar de cualquier trampa dada se presenta cuando hay un número '1' en el campo respectivo del tiempo. Si el individuo se encuentra en el número '0', entonces, el momento está perdido... el Predestino prohíbe el cambio; no habrá ningún escape de la trampa en cuestión para el individuo en ese momento. él tendrá que esperar aún otro ciclo de la trampa en cuestión. Recordad, cada trampa, independientemente de las ilusiones del juego, tiene unos puntos de entrada muy específicos y unos puntos de la salida muy específicos que se controlan por el Karma del individuo en la medida en que ese Karma actúa recíprocamente con la naturaleza del juego que está siendo experimentado.
Sin embargo, hay una aparente inconsistencia en el diagrama de la Fig. #1. Primero, el diagrama visto en la Fig. #1 indica todas las posibilidades existentes que se hallan dentro de cualquier trampa dada, pero, no denota el tiempo que un individuo podría tener que permanecer en cualquiera de los niveles dados de crecimiento, ni denota el número de veces que un nivel tendrá que ser repetido antes que las leyes que gobiernan la trampa en cuestión presenten la próxima oportunidad de escapar de la trampa en cuestión.
Además, mientras cada individuo tendrá, de alguna manera, que experimentar cada uno de los niveles necesarios del diagrama mostrado en la Fig. #1 antes que él pueda liberarse de la trampa en cuestión, el diagrama en la Fig. #1 no tiene que regir, exactamente, en la ocurrencia necesaria para satisfacer las necesidades de la trampa en cuestión. Es la trampa en cuestión la que determina los niveles necesarios de experiencia, y no el orden cronológico como se encuentra en la Fig. #1 (debemos recordar que nosotros podemos usar nuestro libre albedrío para entrar en una trampa... entrar en una ilusión, sin embargo, una vez que nosotros hemos entrado es la naturaleza del juego... de la trampa... de la ilusión, la que determina lo que es necesario). La exactitud de los niveles respectivos que el individuo experimentará depende solamente de cómo la ley del momento gobierna su trampa específica.
Otra aparente inconsistencia que se ve en la Fig. #1 es la habilidad de tener un #1 durante un acontecimiento A, aunque se tenga un #0 después, de ese mismo acontecimiento. Hay muchas situaciones que permitirían tal aparente inconsistencia. Entre ellas están:
1. Un individuo no ha dominado completamente el acto en cuestión; entonces, él es todavía inconsistente;
2. Un individuo ha dominado el acto con una persona, pero falla en el mismo acto con otra persona;
3. Un individuo tiene un problema especial en el cual su Karma le impide poder dominar el acto.
Podría ser que el Predestino del individuo le obliga a ver un patrón sólo durante un Acontecimiento A específico, y nunca antes de y nunca después de ese mismo Acontecimiento A. Este tipo de trampa le negaría la salida de todas maneras. Este mismo tipo de inconsistencia también aparece en los niveles 5, 6, y 7.
En cualquier caso, la importancia del diagrama mostrado en la Fig. #1 es que, además de satisfacer las necesidades de las necesidades de la ley del momento, con respecto a escapar de cualquier trampa dada, también sirve a las necesidades de la ley del momento con respeto a expresar las necesidades de la curva de aprendizaje de un individuo, el grado con que el individuo se niega a aprender a dejar un mal hábito, con respecto a su Karma, y el grado en que el individuo ha aprendido a comprender, perdonar, y amar. En ese hacer, nosotros no debemos considerar que la ley del momento usa la Fig. #1 en secuencia cronológica. Esta tiene su propia secuencia que es gobernada por el Karma del individuo.