Fig. #7. El séptimo río de creación... el séptimo nivel de creación fue la solidificación de las limitaciones que serían fijadas sobre todas las formas-de-vida que nacieron vivas. Es, de nuevo, sobre este nivel de creación que son más evidentes las ramificaciones de la primera y segunda leyes de la creación. La creación del Varón, si el varón fuese el primero en ser creado, exigía la creación de la hembra, en virtud de la primera ley. Lo inverso también es cierto... la creación de la hembra, si la hembra fuese la primera en ser creada, exigía la creación del varón. De nuevo, los efectos del Círculo Mágico son evidentes. Sin embargo, las ramificaciones de la primera ley no se cumplen con sólo la creación del primer varón y la primera hembra. Dentro de esta creación, la creación de cualquier especie dada, como la creación de la EspecieGemela: El Humano (la subespecie: varón, la subespecie: hembra); la segunda gran ley de la creación debe ser aplicada, también. Cada nueva creación, sea ésta varón o hembra, debe ser dual en su naturaleza, pero Triune en sus efectos. Así, independientemente que la creación en cuestión sea masculina o femenina, su dualidad toma la forma de un mecanismo de control lógico y un mecanismo emocional que están ambos alojados dentro del cuerpo físico del individuo. Ahora, la ley se cumple... la subespecie: Varón busca la subespecie: hembra mientras la subespecie: varón también se busca a sí mismo (la subespecie: varón también buscará la subespecie: varón). Así mismo la subespecie: hembra busca la subespecie: varón mientras la subespecie: hembra también se busca a sí misma (la subespecie: hembra también busca la subespecie: hembra). El Círculo Mágico está completo en este nivel de creación.