Fig. #2. El Segundo Río de Creación, El Río de la Ley. Cuando quiera que haya la necesidad por el cambio, debe haber un método para asegurar que el proceso de cambio esté, de algún modo, limitado en su alcance. Cuando quiera que dos creaciones cualquiera se mezclen, como el agua y la arena, debe haber una manera de asegurarse que el cambio resultante será acorde con los límites impuestos en los dos ítem mezclados. El Río de la Ley es el que se asegura que cuando el agua y la arena se mezclan, la mezcla no será jugo de naranja... debe ser barro.