Fig. #5. Atrapados por las corrientes siempre fluyendo del Quinto Río de Creación, El Río de la Vida, el Hombre encontró que sus pensamientos lo obligaron a enredarse dentro de un confuso laberinto de miríadas de formas físicas, donde cada uno no estaba completo dentro de sí mismo. El hombre descubrió que el Varón dentro de sí buscó a la Hembra dentro de sí, de igual manera que él buscó al Varón que existía dentro de otros de su tipo... y, lo opuesto también era verdad. El Continuum Sexual llegó a existir.