Fig. #1. En el diagrama anterior, es interesante notar que cada individuo tiene, al menos, ocho oportunidades bien sea para cometer o para fallar en cometer un acto erróneo kármico, dependiendo de las especificidades de la naturaleza del juego que está siendo jugado durante cualquier Acontecimiento A del momento dado. Además, note que hay sólo limitadas ocurrencias dentro de cualquier juego que son gobernadas por el libre albedrío. El resto del tiempo es gobernado por las leyes del juego que fue escogido.