#O02. Osiris
(El Espejo del Hombre)

En los mitos del antiguo Egipto, Anubis tenía muchos trabajos. Aparte de ser una de las tres Gracias (Isis, el dador del hilo de la vida, Ptoh, el regente de la calidad de la vida, y Anubis, el cortador del hilo de la vida), él también era el gobernante de la Tierra de las Almas--el mundo de abajo - underworld... aunque había algunos que creían que era Osiris quien gobernaba el mundo de abajo, el lugar en donde los miembros de la EspecieGemela: El Humano esperaron su próxima experiencia en el Mundo Físico del Plano Astral De Realidad Común. 

Según las leyendas antiguas, Anubis habló al rey de los dioses cuando se descubrió que algunas personas tenían que sufrir el estar vivas por un tiempo más largo que su tiempo asignado... porque Anubis estaba demasiado ocupado... era demasiado trabajo para un solo Dios. Ante esto, el rey de los Dioses concedió a Anubis un primer ministro que sirviera como juez sobre las muchas especies de formas-de-vida... donde cada especie tenía su propio primer ministro. 

Osiris, debido a su olfato para la compasión, se volvió el primer juez... el primer ministro en la Tierra de las Almas, quien se sentaba en el juicio sobre las formas-de-vida llamadas El Hombre. Originalmente Osiris era un hermano mortal de la nueva Diosa Isis. A continuación está el relato de cómo Osiris se volvió el primer mortal que fue el Juez de la Muerte: 

"Hace tiempo, antes que el calor del sol calentara el planeta, Osiris era el rey sobre Egipto; sin embargo, sus hermanos envidiaron la corona. Ellos cortaron su cuerpo en muchos pedazos y los escondieron en diferentes partes de la tierra. 

"La hermana del Rey, Isis, descubrió el crimen y se entregó al Rey de los Dioses... a cambio del poder temporal sobre los poderes de la Muerte. Por este regalo, ella prometió elevar al Hombre para que encuentre su ilusión, y allí, atraparlo en el dominio de La Gran Maya. 

"Entonces, la nueva Diosa, Isis restauró a Osiris en el trono de Egipto. Osiris, siendo justo, no vio su propio dolor; él sólo vio el dolor de sus asesinos; De hecho, la codicia de Maya había subyugado a su hermano Seth. Osiris no vio su propio asesinato, en su lugar él vio la muerte de la inocencia en todo Hombre, y, por consiguiente, trató justamente a sus hermanos. El juicio era tan justo que Anubis, el dios de Muerte escogió a Osiris sobre todos los demás y lo nombró juez sobre todas las almas de los hombres". 

Uno de los supuestos significados secretos del capítulo de Osiris es que no fue el mismo Osiris quien fue traído a la vida, sino que Osiris era el símbolo para toda la humanidad... algunos creen que esto fue la verdadera fuente para el relato de Caín y Abel. 

Durante este tiempo, había, al menos, dos interpretaciones diferentes dadas al relato de Osiris... la de la nueva religión de Isis, en la que creían los sacerdotes de Amón Re, y la de la antigua religión de Isis, en la que creían aquellos que aún creían que había una diferencia entre el Faraón y el Rey de Egipto. 

En la nueva religión (una religión en donde los creyentes en el Dios Amón Re buscaron apartarse de las costumbres antiguas... las costumbres que habían gobernado a Egipto mucho antes que Egipto se hubiera vuelto una tierra-doble... las costumbres que habían gobernado a Egipto mucho antes que una sola corona descansara en la cabeza del Rey... las costumbres que habían gobernado a Egipto durante el tiempo en que Egipto era aún un valle verde), los creyentes en Amón Re aceptaron que el Faraón y el Rey de Egipto eran uno y el mismo... ellos no aceptaron totalmente la dualidad que existió en el Trono de Egipto. 

Para los creyentes de Amón Re, Isis, a través de los poderes que ella obtuvo del Rubí De Vida, restauró la vida a su hermano muerto Osiris... pero sólo el tiempo suficiente para tener un hijo... para tener su legítimo lugar en el trono de Egipto. Una diferencia importante entre la antigua y la nueva religión de Isis es que debido a que Osiris, una vez alcanzó el trono, trató justamente de sus dos hermanos asesinos, los Dioses, esto hizo a Osiris juez sobre todos los hombres en la tierra de las almas, así que fue decretado por el Dios Anubis que después de la muerte todos los hombres debían ir ante Osiris para ser juzgados... que Osiris era el primer Maestro de OtroMundo durante el Tiempo Intermedio

Sin embargo, en la antigua religión, los creyentes de las antiguas costumbres aceptaron que Egipto era, de hecho, representativo de la dualidad de la Experiencia Tierra... en donde el Continuum es el bloque constructor básico del planeta Tierra y el bloque constructor básico para el resto del Universo físico. 

Sobra decirlo, era bien aceptado por los creyentes de las costumbres antiguas que, así como con los poderes de la unidad de la dualidad del continuum, el Trono de Egipto también reflejó la unidad de la creación... de esta manera, una dualidad divina descansó en el Trono de Egipto; aunque descansó en la persona que se sentaba en el Trono. 

Para reflejar esta dualidad, los creyentes de las costumbres antiguas conocían un lado del continuum divino como el Faraón--Iluminador del Camino Cósmico... Portador de  verdades universales... el Vigilante de la esencia de las formas-de-vida que él gobernó. De hecho, el Faraón era la antorcha divina que iluminó el camino hacia la rectitud ante la faz de toda la Creación. Debido al entrenamiento especial del Faraón, un entrenamiento que empezó muy temprano en la niñez, sus habilidades psíquicas le permitieron al Faraón ver... conocer cosas que el hombre común nunca podría llegar a conocer, debido a sus propias limitaciones. Fue esta habilidad psíquica especial la que pronto hizo que las masas comunes pensaran que el Faraón tenía una conexión especial con los Dioses antiguos... pronto, aunque todos sabían que eso no era cierto, el Faraón se volvió conocido como El Dios Viviente

Los creyentes de las costumbres antiguas sabían que quien se sentaba en el Trono no era de verdad un Dios... pero ellos mantuvieron el Título porque éste reflejaba mejor qué tan alto estaba el Faraón con respecto a la posición común de los creyentes. 

Los creyentes de las antiguas costumbres también conocían el otro final del sagrado continuum como lo físico de la forma-de-vida que se sentaba en el sagrado Trono de Egipto. Así, en la unidad de la dualidad, aquél quien se sentaba en el Trono reflejó el estado de todos los que residieron en la Tierra física... de hecho, los creyentes de las antiguas costumbres conocían dos mundos--un mundo del sueño, en donde gobernaban las leyes de la más alta espiritualidad, y un mundo físico, en donde los sueños, las esperanzas, las aspiraciones, y el dolor de estar vivo empujaba la habilidad de cada uno a satisfacer las necesidades cotidianas de la vida--de hecho, era un mundo salvaje, político, del que sólo podría escaparse a través del Señor de la Muerte. 

Pero, ésta no era la única diferencia entre los creyentes de la antigua y la nueva religión. La naturaleza de los creyentes de la antigua religión era la de buscar la espiritualidad, en la que eran gobernados por los conceptos de Maat, Genesu, y Honor; mientras que la naturaleza de los creyentes de la nueva religión era la de buscar el poder político, y la riqueza que trae el poder. 

Los creyentes de la antigua religión... los creyentes de los Dioses Antiguos de Egipto, aceptaron la verdad que debido a que Osiris se volvió el gobernante de la tierra de las almas de los hombres, había una sociedad entre ella, Isis, la nueva Diosa, y Anubis, el Señor de la Muerte. La sociedad generó un nuevo conjunto de leyes para gobernar la naturaleza de los ciclos de Vida y Muerte. Debido a este nuevo conjunto de leyes, sucedió que la Muerte, como el hombre mortal ahora la conoce, ya no existiría... 

Isis decretó, por el poder dado por el Rubí De Vida, que cada individuo tendría la ilusión de muerte... la ilusión que eleva a cada hombre para que encuentre  su verdadero destino... trayendo así a la existencia la sabiduría que siempre había estado--los ciclos eternos de la vida y la muerte. 

Los creyentes de la antigua religión creían que después de que su ciclo presente de Vida hubiese terminado, todos los hombres deben necesariamente perder su conciencia... de esta manera cada uno debe desvanecerse hacia su Tiempo Intermedio... cada uno debe ser tomado por Anubis a esta tierra de las almas... y, una vez allí, durante un estado especial llamado El Tiempo Intermedio, durante un estado de ser en el que uno está demasiado el muerto como para ser llamado vivo, pero demasiado vivo como para ser llamado muerto, cada individuo debe volverse Osiris... cada individuo debe juzgarse a sí mismo, usando los valores que creyó que eran verdaderos, usando los valores con los que juzgó a otros de su tipo. Sobre todo, se creía que había como un ciclo de evolución de vida y muerte, en donde cada uno consigue una oportunidad de intentarlo de nuevo. 

En la antigua religión, Osiris era sólo un símbolo para la EspecieGemela: El Humano... la subespecie: Varón y la subespecie: Hembra... o, quizás un símbolo para el estado en que el Hombre entra en su proceso de muerte... en el que cada hombre, al morir, entra en un estado especial en el que pasa el juicio sobre sí mismo. Ese aspecto de él que juzga es llamado Osiris. Cada hombre es Osiris hacia él mismo. 

Aún, el juicio ya está escrito vía los poderes de La Ley De El Momento.  Me recuerdan el aspecto Triune de La Ley De El Momento... todo y cada momento hacen, al menos, tres cosas mientras yo vivo mis deseos hacia el Destino... sabed vos que el futuro no es desconocido... en la medida en que cada momento ratifica mis decisiones pasadas... en la medida en que cada momento atiende a las necesidades del ahora... en la medida en que cada momento escribe el guión que me condenará a experimentar el lazo del futuro. 

De hecho, éste ha sido escrito con los actos que el individuo realizó durante su vida, y así, estamos hablando del Karma y sus efectos en los ciclos de Vida. 

Está escrito que soy yo, yo mismo quien debo juzgarme... por a mis actos. Pero, está dicho que en ese juicio, Yo me he vuelto el espejo de mí mismo... que puedo mirar en lo más adentro de mi corazón.

Está escrito que soy yo, yo mismo, quien debo juzgarme... por mis actos. Pero, está dicho que en ese juicio, yo me he vuelto el espejo de mí mismo... que yo puedo mirar en lo más adentro de mi corazón.  

Está escrito que cuando mi espejo mágico me juzga, los ojos que yo veo durante el juicio son mis propios ojos... por los actos de Osiris. Pero, está dicho que mientras esos ojos son mis propios ojos, éstos parecen fríos y descarnados... por mis actos... por mi futuro.